Una velada donde l vino dejó su protagonismo a la conversación, a la reflexión a la filosofía. Fué especialmente agradable disfrutar de los comentariso y enseñanzas de todos los presentes y compartir en las horas que preceden al alba, cuando el cielo cambia su color del vino y de las personas. Mil gracias Elena por traer a tus amigos, y mil gracias a ellos por ser como son. Esta fue la primera versión de la propuesta para el verano y tengo que cambiar el balance entre los sabores dulces y salados , demasiados tonos dulces emascaran el conjunto y no dejan salir los contrastes de los vinos y los platillos. El quilibrio entre los blancos y los tintos se resiente y el paso de una linea a otra resultó un poco brusco. Cosillas a cambiar hoy mismo.
Otra vez gracias
ciriaco
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